2° Congreso Internacional de Convergencia

VARIANTES  DE  LA  CURA-TIPO

¿CUÁL LA DIRECCIÓN DEL ANÁLISIS EN EL MOVIMIENTO LACANIANO?

27, 28, 29 de mayo de 2004

Hotel Glória. Rio de Janeiro. Brasil

El Psicoanálisis surge – en la virada del siglo XIX para el siglo XX – como una subversión en el discurso científico que expele al sujeto de su campo de operaciones, un viraje en la relación del sujeto con el saber y un paso en la superación de la antinomia teoría versus práctica. Con eso permitió que una inmensa gama del sufrimiento humano encontrase en la palabra la vía de su transformación.

¿Qué es lo que puede el Psicoanálisis hoy, en esta nueva virada de siglo? En el mundo globalizado, regido por los imperativos del mercado, qué da al Psicoanálisis

las razones de su firme sostenimiento? ¿Cuál es la dirección de su praxis? ¿Qué es la experiencia psicoanalítica y cuáles sus incidencias en la vida de los que la buscan?

Instigadas por esas cuestiones, las instituciones-miembro de Convergencia, Movimiento Lacaniano para el Psicoanálisis Freudiano, se reúnen en el Hotel Gloria, Río de Janeiro, los días 27, 28 y 29 de mayo de 2004, para su II Congreso Internacional, con el propósito de retomar la discusión de los fundamentos de la práctica analítica en torno del tema “Variantes de la Cura-Tipo. ¿Cuál es la dirección del análisis en el movimiento lacaniano?” 

La elección del tema “Variantes de la Cura-Tipo” tuvo, como una de sus principales razones, re-interrogar la ética en que nos sostenemos como psicoanalistas, por la vía de la discusión propuesta por Lacan en el texto del mismo nombre. Al ser convocado a pronunciarse sobre este tema, en una ambigüedad  que de él sobresale, Lacan llamó la atención sobre la necesidad de un rigor ético “fuera del cual toda cura, incluso atiborrada de conocimientos psicoanalíticos, no sería sino psicoterapia”.

Es posible hablar de cura-tipo en psicoanálisis? Cuál es la lógica que preside la existencia de variantes, cuando seguimos las enseñanzas freudianas que afirman que cada caso debe ser tomado en su singularidad, como si fuese el primero? Si no hay saber técnico tipificado que oriente el acto del psicoanalista, la categoría variantes  se presenta como una condición estructural y no eventual del ejercicio de la práctica psicoanalítica, que sólo puede sustentarse por el rigor ético.

Partimos de la afirmación de Lacan de que aquello que el analista debe saber es ignorar lo que sabe. Operando de este modo él produce un desplazamiento, no sólo en el lugar de donde se espera el surgimiento de la verdad, sino, también, en la forma de elaboración de saber que advendrá de la experiencia. Es así que “el psicoanalista se distingue en que hace de una función que es común a todos los hombres un uso que no está al alcance de todo el mundo cuando porta la palabra”. Su palabra sólo podrá ser efectiva si está en identidad con su ser, de modo que ella porte el hilo por el cual el discurso del analizado  lo llevó a proferirla.

En ese punto tocamos la diferencia radical que se plantea entre la práctica psicoanalítica y las psicoterapias que proliferan en la actualidad, ofreciendo soluciones para el “dolor de existir”. El psicoanálisis en modo alguno permite que alguien se tome por el Otro. Muy por el contrario, la ignorancia que se muestra por el no saber que orienta  las intervenciones del analista como portador de la palabra, debe llevar al sujeto a decirle lo que tiene para decir, con sus propias palabras, desde el punto donde él reconoce la ley que rige su ser. En cuanto al analista: “El ser del analista en efecto está en acción incluso en su silencio, y es en el estiaje de la verdad que lo sostiene cuando el sujeto proferirá su palabra”. No es por otro motivo que en La dirección de la cura y los princpios de su poder (1958), Lacan nos recuerda que el analista debe tratar de la dirección, no del analizado, sino justamente de la cura, vehiculizado por las palabras de su analizado, con  las vueltas por la dificultad que ellas imponen, por el sentido con el cual están impregnadas.

Tales cuestiones nos llevaron, como psicoanalistas de orientación lacaniana, inscriptos en casi cincuenta asociaciones psicoanalíticas en varios países del mundo, a proponer la discusión de los puntos fundamentales que podríamos considerar como balizadores de la práctica psicoanalítica, a partir de los siguientes ejes temáticos:

  1. LÓGICA Y ÉTICA DE LAS VARIANTES

6.  FIN DEL ANÁLISIS Y FORMACIÓN DEL PSICOANALISTA

Invitamos a todos a venir a trabajar con nosotros, no sólo a los psicoanalistas practicantes, sino también a los interesados en la experiencia psicoanalítica. Al retomar las cuestiones cruciales que se plantean para el ejercicio de nuestra práctica, cabe recordar la afirmación de Freud de que el psicoanálisis es lego, condición indispensable para evitar toda y cualquier fosilización de su discurso. El Congreso es una oportunidad para que vengan a oir  y hacer uso de la palabra, única vía por la cual el Psicoanálisis puede traer a las cuestiones que afectan nuestro mundo actual su contribución.